Sí, fabricadas con porcentajes de botellas, bolsas y otros productos plásticos, se están ocupando para pavimentar caminos en el planeta, pudiendo dar así un potencial segundo uso a los millones de toneladas de plástico que se producen al año.
La idea no es tan loca si entendemos que el asfalto es un derivado del petróleo como también lo es el plástico. La diferencia está en que la basura plástica se acumula en el mundo porque se usa masivamente como envase de otros productos y esta podría ser una forma de concentrarla y darle otra utilidad.

A principios del dos mil, se iniciaron sus pruebas incluyendo plásticos reciclados en mezclas de asfalto. India se convirtió en una de las naciones pioneras; pero no es la única, es una idea que también se ha puesto en práctica de manera muy acotada en Escocia, Países Bajos, España, Colombia, Estados Unidos, entre otros.
Si bien, esta opción no es más barata, por los costos de recolectar y procesar el plástico, si se reducen los gastos en un 25 por ciento durante su mantención porque se aumenta su durabilidad y resistencia. Lo que sí queda por investigar aun es su impacto en el medio ambiente.
En 2024, el planeta ocupó 140 millones de toneladas de asfalto y se espera que siga aumentando. Aunque su uso más conocido es en los pavimentos, también se utiliza como revestimiento en los techos como impermeabilizante.

Ya se conoce, que en las etapas de producción e instalación del pavimento normal, se generan elevadas emisiones de contaminantes. Ahora, se ha descubierto que el asfalto continúa liberando «mezclas complejas” que pueden provocar asma, lo que se incrementa en días calurosos y soleados.
En esta búsqueda de alternativas con materiales más sostenibles, también se ocupa el polvo de caucho ( de los neumáticos usados) en las carreteras y se experimenta con mezclas de nanocelulosas, provenientes de residuos madereros, asimismo, se incluye el pavimento de asfalto reciclado.

