La mayoría de los poco más de mil indígenas guna que habitan la isla Gardi Sugdub fueron reubicados en tierra hace algunas semanas, mediante un acuerdo entre el gobierno panameño y la comunidad local, para evitar que queden sumergidos bajo el agua, debido al aumento del nivel del mar. Así se convirtieron en parte de los miles de desplazados por el cambio climático cuya cifra va en aumento año a año.

La isla se encuentra en el archipiélago de Guna Yala en Panamá. Este país, ubicado en América Central, enfrenta un riesgo severo de vulnerabilidad al cambio climático. El gobierno calcula que el diez por ciento de sus habitantes, vive a menos de diez metros sobre el nivel del mar, con el consiguiente peligro de afectación por tormentas e inundaciones.  

Claramente, Gardi Sugdub no será la única localidad afectada por el aumento del nivel del mar. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) dio a conocer hace algunas semanas, un informe en que advierte que la crisis climática amenaza los medios de vida y la atención sanitaria de 41 millones de personas en zonas costeras de baja altitud en Latinoamérica y el Caribe poniendo en peligro sus vidas. 

Una investigación de 2021, llamada “Niveles extremos del mar en diferentes niveles de calentamiento global”, publicada en la revista Nature, entrega un listado de las costas del mundo que podrían verse afectadas por niveles extremos del mar (NEM) que combinan marejadas, mareas y olas al 2100 o antes, debido al cambio climático.

Los resultados señalan que -a esa fecha-, de no frenarse de manera importante el calentamiento global, el 50 por ciento de los más de 7.000 lugares estudiados experimentarán anualmente NEM. En zonas vulnerables, estos pueden generar daños extensos a asentamientos humanos y ecosistemas, incluyendo que queden bajo el agua. 

Nuestro país tiene más de seis mil kilómetros de costa, lo que nos hace vulnerables a estas situaciones. Es así que en el trabajo se indica que las costas o las playas de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso serían las más perjudicadas en medio siglo, pudiendo quedar inundadas.

Los autores destacan que aun si se cumplen los acuerdos de Paris sobre limitar el calentamiento glola a 1.5 a 2 grados sobre los niveles pre industriales, “los eventos extremos potencialmente conducentes a inundaciones costeras se experimentarán con una frecuencia sin precedentes en muchas partes de las cosas del mundo”.